viernes, 10 de febrero de 2012

Quiero

Quiero verte. Quiero hablarte. Quiero tocarte. Quiero besarte. Quiero pasar horas mirándote fijamente. Quiero decirte lo mucho que te quiero. Quiero ir en moto. Quiero estar con tu familia. Quiero ir a más conciertos contigo. Quiero regalarte cosas. Quiero comprarte comida (aunque me gaste un dineral porque tu estómago no tiene fondo). Quiero hablarte de mis problemas. Quiero que tú me cuentes los tuyos. Quiero que me escuches. Quiero que me aconsejes. Quiero que te enfades cuando no te hago caso (porque nunca te hago caso, reconozcámoslo). Quiero enfadarme contigo y que luego lo arreglemos con un beso o algo más. Quiero que luego nos sintamos estúpidos por habernos enfadado. Quiero dormir abrazada a ti. Quiero pelear por quien ocupa más trozo de cama. Quiero cuidarte cuando estés enfermo. Quiero oírte tocar la guitarra y acompañarte a la tienda aunque no entienda ni papa de lo que hablas, pero solo con verte emocionado con eso merece la pena. Quiero cocinar fajitas juntos. Quiero sacar a Darko y a Fiona a pasear. Quiero colarme en casas sin acabar y planear nuestra futura casa. Quiero que me digas que me vas a dejar tener todos los animales del mundo. Quiero hacer miniexcursiones contigo. Quiero quedar con todos y tú a mi lado. Quiero verme como una idiota cuando te veo sonreír. Quiero que me digas lo preciosa qué estoy hoy. Quiero que vayamos a mirar ropa juntos. Quiero hablar de nuestros futuros hijos. Quiero hacer mil y un planes contigo. Pero sobre todo, quiero seguir queriendote con toda esta fuerza y que vuelvas a estar a mi lado.
Esto será difícil, sí, pero sé que tú y yo volveremos a estar juntos algún día. Porque sé que, ante todo, me quieres. Y mientras me quieras yo lucharé para que todo vuelva a ser como antes. Te lo prometo bicho <3

miércoles, 25 de enero de 2012

Año y medio después de lo ocurrido me vuelvo a encontrar en una situación parecida: luchar por algo que parece que está perdido o abandonar? La respuesta más común será: sigue luchando hasta el final, si quieres algo lucha por ello, la esperanza es lo último que se pierde...Maldita esperanza...vaya problemas me has traído, jodía...
Lo único que espero es una buena relación. Eso es lo que espera todo el mundo de una relación. Reconozco que yo puedo ser la causante de muchos problemas pero siempre he dicho y diré que la culpa siempre la tienen las dos partes. En mayor o menor culpa, pero las dos partes la tienen.
Y ahora mismo estoy andando sobre una fina capa de hielo. Hay que tener cuidado donde pisas, en todas tus acciones. Un menor error, un minúsculo fallo puede hacer que la capa de hielo donde pisas se rompa y te veas ahogándote en el agua congelada, sin saber si podrás salir a flote o no.
Sinceramente yo no sé que hacer, sólo esperar y esperar y esperar...Pasando la mayor parte del tiempo sola, buscando actividades que ocupen mi mente o me dejen tan agotadas físicamente que no me de ni siquiera tiempo a pensar en nada.
Joder...

miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Se aprende de los errores?

Me levanto por la mañana.
Salgo de mi casa.
Hay un socavón en la acera.
No lo veo
y me caigo en él.
Al día siguiente
salgo de mi casa,
me olvido de que hay un socavón en la acera,
y me vuelvo a caer en él.
Al tercer día
salgo de mi casa tratando de acordarme
de que hay un socavón en la acera.
Sin embargo,
no lo recuerdo
y caigo en él.
Al cuarto día
salgo de mi casa tratando de acordarme
del socavón en la acera.
Lo recuerdo y,
a pesar de eso,
no veo el pozo y caigo en él.
Al quinto día
salgo de mi casa.
Recuerdo que tengo que tener presente
el socavón en la acera
y camino mirando al suelo.
Y lo veo y,
a pesar de verlo,
caigo en él.
Al sexto día
salgo de mi casa.
Recuerdo el socavón en la acera.
Voy buscándolo con la mirada.
Lo veo,
intento saltarlo,
pero caigo en él.
Al séptimo día
salgo de mi casa.
Veo el socavón.
Tomo carrerilla,
salto,
rozo con la punta de mis pies el borde del otro lado,
pero no es suficiente y caigo en él.
Al octavo día,
salgo de mi casa,
veo el socavón,
tomo carrerilla,
salto,
¡llego al otro lado!
Me siento tan orgulloso de haberlo conseguido
que lo celebro dando saltos de alegría…
Y, al hacerlo,
caigo otra vez en el pozo.
Al noveno día,
salgo de mi casa,
veo el socavón,
tomo carrerilla,
lo salto
y sigo mi camino.
Al décimo día,
justo hoy,
me doy cuenta
de que es más cómodo
caminar…
por la acera de enfrente.”

(Adaptación de Jorge Bucay de un poema del monje tibetano Rimponche)

Por mucho que digamos que de los errores se aprende...está claro que volveremos a cometerlos, ya que el ser humano es el único animal que se tropieza dos veces (incluso más) con la mimsa piedra.

Anna.

martes, 15 de marzo de 2011

La lluvia lo borra todo como un soplo de aire fresco

Cielo, ¿por qué lloras? ¿Te has puesto de acuerdo con mi estado de ánimo? Porque si es así, te lo agradezco, de veras, pero prefiero que mañana haga sol, significará que estoy feliz.
En realidad me gusta la lluvia, me hace pensar, me atrae. Si lo miras bien, es algo bueno. La lluvia es agua limpia y pura, que borra toda la suciedad. Ella pasa de manera sutil pero haciéndose notar, pasa y lo borra. Pero las cosas siguen en el mismo lugar, del mismo modo pero a la vez distintas: ahora están limpias.
Miro por la ventana y veo suaves gotas de lluvia resbalándose poco a poco por el cristal, haciendo una competición por ver cual de ellas llega antes y desaparece, se forma un pequeño charco y muere. En cierta manera es una tontería, porque compiten para ver quien muere antes, quien deja de ser una gota. Siguen golpeando el cristal de mi ventana, queriendo que les preste atención, y no puedo apartar mi mirada de ellas...

La lluvia cae con fuerza, como si quisiera hacerse notar, para que sepas que está ahí. Invisible en la oscuridad, visible sólo a contraluz, a través de las farolas de la calle. Tengo ganas de salir y quedarme quieta bajo la lluvia, empapándome, mezclandome con ese agua. Borrará la tristeza de mi corazón, los recuerdos de mi mente y, finalmente, solo quedará mi esencia. La lluvia borra las huellas de la gente que ha estado en algún lugar, borra las caricias de tu piel y los besos que has dado.
Sólo espero que esta lluvia no se convierta en una tormenta, que solo sea una lluvia para borrar la tristeza que hay. Sigue lloviendo.

Anna,
la lluvia lo borra todo como un soplo de aire fresco.